Medidas del gobierno mexicano ante "El cambio climático"

Por: Estrada Ramírez Angel David

El gobierno mexicano, no característico por su eficiencia, ha hecho ciertas leyes en busca de

prevenir y hacer contra a los efectos del cambio climático.

Una de ellas es la "Ley General del Cambio Climático", que, como menciona textualmente "[...en materia de protección al ambiente, desarrollo sustentable, preservación y restauración del equilibrio ecológico.], Esta entrando en vigor a partir del año 2012, bastante tardío he de mencionar, pero se hizo. La situación resulta, pues, que muchas veces no se respetan esas normas, más por el hecho de que es algo ético, algo introspectivo y que no ha tenido el suficiente auge como para poder hacer un cambio.

Siendo esta la única y formal ley creada específicamente para ello.

En conjunto, como es común, la creación de programas para el cambio climático, uno de los más populares es el "Hoy no circula", el cual consiste en sacar de la circulación un día a la semana al 20 por ciento de los vehículos automotores de la Ciudad de México.

Otro rubro es el Programa de Gestión Federal para la Calidad del Aire del MEGALÓPOLIS (ProAire), que son instrumentos de gestión de la calidad del aire que establecen medidas y acciones a corto, mediano y largo plazo, para prevenir y revertir las tendencias del deterioro de la calidad del aire en una región determinada o entidad federativa.

Entre otros como lo son:

- Programa para el uso racional y eficiente del agua (PUREA)

- Programa para el uso racional y eficiente de la energía eléctrica (PUREE)

- Programa para el control y manejo integral de residuos sólidos urbanos (PRSU)

- Programa para control y manejo de residuos peligrosos (RPBI y CRETI)

Si bien son varias los programas sociales e incluso tenemos una ley al respecto del cambio climático, como respuesta, empero no vemos resultados certeros, vemos que son datos que quedan en papel y con suerte en la intención.

Como conclusión quiero marcar lo siguiente, según Héctor González Uribe, la política es un hecho introspectivo -para Aristóteles el hombre es un animal político-, por tanto, queda de cada uno de nosotros el ver por esa cuestión ambiental, en nuestra introspección, por la cual se forma el Estado y por tanto, por la cual somos. Si bien en la escuela se forman los valores necesarios para que nuestros análisis introspectivos sean los suficientemente profundo, no recae este análisis en nuestro ambiente, no porque en la escuela no se enseñe, sino por la falta de congruencia con lo que se enseña.